Este restaurante nos traslada a un nuevo espacio culinario enfatizando la sofisticación de los espacios clásicos de los años 50 y 60 y la sutileza en la percepción de los detalles. La visión global se percibe con un espacio que respira tradición de brasserie, pero que bebe de la modernidad, como ocurre con los platos. La base del proyecto surge de la revisión de la tradición de la gastronomía francesa, donde la tradición y modernidad se unen en un mismo espacio.

Babette se ha de saborear desde una perspectiva cercana, como es el disfrute de la comida, este proyecto vive de la experiencia pausada. Desde una visión alejada se percibe como clásica pero al acercarnos, percibimos otra realidad. Las clásicas decoraciones y ornamentos vegetales, mutan hacia un mundo más salvaje, menos encapsulado y fuera de cánones.